Últimamente estoy reflexionando mucho acerca de cuáles son las claves para abrirnos a la felicidad e integrarla en nuestro día a día.
Y una vez más he llegado a la conclusión de que si nos resistimos a aceptar es imposible ser felices.
Mi querida Eva Sandoval siempre dice que la vida en lucha no es vida. Y qué razón tiene.
Si vivimos luchando y negando la realidad, ahí no hay aceptación.
Y cuando no hay aceptación, suele haber resistencia, frustración y sufrimiento.
Qué importante es aceptar para ser felices, amigas.
Aceptar es abrazar lo que es.
Es reconocer quiénes somos, asumiendo nuestras luces y nuestras sombras.
Aceptar es validarnos y amarnos incondicionalmente, sabiéndonos imperfectas, errantes, humanas.
Aceptar es dedicarnos a ser y no a cumplir expectativas. Es vivir sin esperar, dar sin esperar, compartirnos sin esperar.
Porque cuando esperas dejas muy poco margen para la aceptación, ya que entonces es cuando surgen las expectativas.
Y estas a menudo confrontan con nuestra visión de lo que merecemos y de lo que es correcto o justo.
Cuando te das esperando hay necesidad de aprobación y de reconocimiento. Hay necesidad de amor y de validación externa.
Y aquí llego a un punto importante: vivir a la expectativa de que los demás llenen nuestras carencias es olvidar que el amor debe comenzar por nosotras mismas.
Y este precisamente uno de los principales factores que nos impiden ser felices sin más.
¿Por qué?
Pues porque dejamos nuestra felicidad y nuestra plenitud en manos de los demás.
Y pocas cosas hay que tengan menos sentido cuando, recordemos, se trata de nuestra vida.
Para evitarlo, querida mía, te invito a llenar cada parcela de ti de lo que te emociona, de lo que te gusta, de lo que te despierta el alma.
Es maravilloso cuando vas dándote cuenta de que, a pesar de los obstáculos y a pesar del miedo, puedes hacerlo.
Siempre puedes hacer algo por ti y, además, puedes hacerlo mejor que nadie.
Porque nadie mejor que tú sabe qué es lo que necesitas y anhelas en tu vida.
Hoy te invito a mirarte al espejo y abrazar cada trocito de tu ser, por oscuro que te parezca.
Recuerda que ese trocito también eres tú.
Hoy te invito a dejar de esperar y a correr con toda la fuerza que tengas a por aquello que te importa y que te ilusiona.
De verdad que puedes hacerlo.
Hasta en los momentos en los que creas que no puedes, seguirás contando contigo.
Seguirás teniéndote a ti.
Pero para ello te recomiendo regalarte esos pequeños momentos de autoamor que todas necesitamos y mimarte mucho. Sin límites, como lo harías con tu mejor amiga cuando te necesita.
Acéptate, deja de esperar y vívete. Te garantizo que este primer paso puede cambiarlo todo.
Un abrazo,
Alicia
—
¿Te ha gustado este artículo?
Si es así, te agradeceré infinito que lo compartas con esa persona que sientes que necesita leerlo.
Y, si te apetece recibir por email más contenidos y recursos útiles sobre desarrollo personal y estilo de vida slow, también puedes suscribirte a mi newsletter aquí y recibirás mi guía gratuita Claves para conectar contigo misma como regalo de bienvenida.
4 comentarios en «Aceptar para ser feliz»
Buenas, Alicia:
Gracias. Estoy de acuerdo, eso les digo a veces a mis familiares cuando les comparto mis planes y me responden como si esperara su aprobación, aunque también es cierto que en cierto modo, si nos apoyan, al menos a mi, reconforta.
Pero cuando una está acostumbrada a ir sola por la vida, y a no esperar nada de los demás, aprendes a aceptar que los demás vean objeciones y obstáculos donde nosotras no lo vemos, así pues no hay lugar para el rechazo, ya que ambas partes tenemos el derecho de ver las cosas desde puntos de vista diferentes según su experiencia y conocimientos, y ser igual de válidas.
En el Instituto tube una profesora que en alguna ocasión nos dijo que «para no decepcionarse, lo mejor es no esperar nada de los demás» y la verdad es que he podido comprobar por mi misma que es cierto.
Saludos.
¡Gracias por tu comentario y por compartirte, Montse!
Totalmente de acuerdo contigo.
Sentir apoyo nos hace sentir seguridad, aceptadas, queridas. Como ya decía Maslow, estas son unas de nuestras necesidades como humanas que somos.
Tú ya has recorrido un gran proceso en tu desarrollo personal y validado tus propios criterios, y se nota por tus palabras. ¡Enhorabuena por ello!
Como dices, la clave para encontrar paz en el alma es compartirnos y defender nuestras necesidades y principios, teniendo en cuenta que los demás tienen el mismo derecho de tener y defender los suyos.
Si logramos crear relaciones honestas teniendo esto en cuenta, encontraremos mucha serenidad porque no viviremos esperando, sino aceptando.
Y esto aplica también a las circunstancias que vivimos, que, por más que nos duelan o incomoden, son necesarias para nuestro crecimiento personal.
Ahí donde hay miedo e incomodidad, hay posibilidad de evolución. Si vivimos rechazando esto, hay estancamiento y a veces frustración por renunciar a aquello que de verdad deseamos.
¡Un abrazo, Montse!
Alicia
Me encantó esa información, gracias. Me sirvió de gran ayuda para entender del por qué das y no recibes. Feliz día
Me alegro mucho de que te haya sido útil, Anamarie. ¡Gracias a ti también por leerme!
Un abrazo.
Alicia
Finalidad » moderar los comentarios.
Legitimación » tu consentimiento.
Destinatarios » los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de Webempresa (proveedor de hosting de Abrazandoelcambio.com) dentro de la UE. Ver política de privacidad.
Derechos » podrás ejercer tus derechos a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos.