Este mes de enero ha sido de lo más intenso.
Han venido noticias y pérdidas inesperadas, decisiones tomadas, nuevos proyectos que nacen del corazón, cambios que ilusionan… Y todo ello me ha hecho sentir que necesitaba parar y escribir un artículo como este.
Y es que siento que la velocidad de la vida a veces nos lleva a dar por hecho cosas y sensaciones que no son tan obvias.
Me ha hecho pensar que a veces olvidamos diferenciar lo importante de lo urgente.
Que olvidamos que ser, hacer y tener van en este orden y que, en realidad, esto último no es tan relevante.
Olvidamos que, en principio, la vida es una y mereces vivirla. A tope, a tu manera, y disfrutando de esos momentos en los que no importa lo que esté llegando a tu móvil o la hora que marca el reloj.
Olvidamos que todo puede cambiar en un instante y que, tal vez, decimos «te quiero» menos de lo que deberíamos hacerlo.
Olvidamos que el amor comienza en nosotras mismas y que nadie debería estar en nuestra vida para darnos el cariño con el que merecemos tratarnos.
Que soltar lo que ya pesa demasiado en nuestra mochila es el mejor regalo que podemos hacernos. Y que ayer, hoy y mañana seguirá habiendo cosas que no podemos ni debemos controlar.
Olvidamos que vivir desde la confianza es abrir una puerta a lo inesperado y a la magia de la vida.
Olvidamos ser críticas con la información que consumimos y con las ideas externas que asimilamos como propias.
Olvidamos que la esencia de la vida son esos momentos que impactan y te llegan al corazón. Esos momentos que deberían ser eternos y que nos recuerdan quiénes somos.
Olvidamos el valor de la coherencia y que, si queremos mantener relaciones de calidad, debemos dedicar tiempo de calidad a las personas con las que queremos construirlas.
Silenciamos palabras que tal vez deberíamos compartir y, en cambio, pronunciamos otras que, si fuésemos honestas con nosotras mismas, a lo mejor deberíamos callar. Simplemente porque no corresponden a la verdad.
Olvidamos que la vida es un baile que deberíamos disfrutar descalzas, sin zapatos que nos aprieten ni cordones que nos limiten.
Que decidir sobre lo que nos conviene y lo que no nos corresponde únicamente a nosotras, y que rodearnos de personas que suman y apoyan a pesar de nuestras locuras es uno de los mejores regalos que podemos hacernos.
Olvidamos que escucharnos nos dará muchas de las respuestas que a veces buscamos. Y que nosotras siempre deberíamos ser lo primero, aunque no nos hayan enseñado a hacerlo.
Pero lo que no quiero que olvidemos es que la vida está hecha de pequeños grandes instantes, de esos que saben a hogar y que te llevan de vuelta a ti.
Démonos permiso para que pasen y para disfrutarlos. Nos lo merecemos.
10 comentarios en «Las cosas que olvidamos»
Cuánta verdad esconden tus palabras!! Lo que pasa es que lleva su tiempo para reconocerlas y llevarlas a cabo. Voy a tener en cuenta lo que dices sobre las personas con las que te rodean: que sumen y te apoyen. Este año mi propósito es ser más consciente, en consecuencia, me escucharé más y me querré más. Aprovecho para darte las gracias por la cumbre que organizaste. Estuvo genial. Saludos.
Hola Mónica!
Muchas gracias!
Qué buen propósito te has marcado para este año! Ahora… a perseverar, a mirar hacia adentro y llevarlo a cabo!
Cuánto me alegro de que te haya gustado el congreso, gracias de corazón.
Un abrazo grande!
Alicia
Que bonito todo lo que dices Alicia sobre todo se nos olvida vivir, gracias por compartir este artículo me ha resonado mucho ❤️
¡Gracias por tus palabras, Vane! ¡Gracias a ti también por resonar!
Te mando un abrazo enorme.
Alicia
Gracias por compartir Alicia me resonó mucho ❤️
Comentarios como el tuyo dan aún más sentido a lo que hago.
¡Muchas gracias, preciosa!
Un besazo.
Alicia
Eres un sol, Ali, te quiero mucho. Que sepas que Eres una amiga/hermana/madre para todas nosotras que estamos en Essentia y que hemos tenido la fortuna de conocerte. Es un mantra esta reflexión que has escrito.
¿Y ahora qué te digo yo?
Me has emocionado con tus palabras. Ya sabes que el cariño es mutuo, Silvina. Y es un placer (además de un regalo) compartir este camino contigo.
¡Te quiero mucho, bella!
Ali
¡Tan bonita, Alicia!
Así esssss 🙂
El merecimiento es una elección consciente, gracias por compartirlo con tus hermosas palabras.
Totalmente, Poli.
Con el ritmo tan acelerado que vivimos, se nos olvida recordar que de nosotras depende manifestar aquello que queremos vivir y deseamos recibir.
El cuidado de nuestra energía y de nuestros pensamientos es esencial en este sentido.
El amor comienza siempre por una o uno mismo, ¡no lo olvidemos!
Un fuerte abrazo, Poli. ¡Gracias por pasarte por aquí!
Alicia
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